Abril 2012 en español
Esperanza por medio de la resurrección
“Que según su gran misericordia nos hizo renacer para una esperanza viva, por la resurrección de Jesucristo de los muertos.” 1 Pedro 1:3b
Cada día de la semana que precede al aniversario del 11 de marzo, los periódicos publicaron artículos relacionados con el desastroso terremoto y maremoto en Japón. En el Centro de Emaús, nuestro iglesia asociada en la misión en Sendai, se planificó una ceremonia de apertura simple para una nueva base de operaciones en el pueblo de Shichigo. Los aldeanos nos invitaron a ser una presencia constante allí y nos han facilitado una base de operaciones. Muchos de los voluntarios que trabajaron en el Centro Emaús regresaron para el aniversario. A las 2:46 de la tarde, todos estuvimos tomados de la mano durante un minuto de silencio en recordación. Pérdida de vidas, hogares perdidos, los medios de vida perdidos, pérdida de la comunidad, la pérdida de las relaciones, la pérdida de la seguridad de la vida. Sin embargo, en medio de toda esta pérdida, celebramos que se habían reunido en una manera que nunca se habían reunido antes.
Esta era una manera simple de ser testigos de la ESPERANZA de que resucitaba en nuestros corazones. He leído que unas 260,000 personas siguen desplazadas y que sólo el 5% de los escombros dejados por el maremoto se ha eliminado. El número de voluntarios que en un momento dado el verano pasado fue de 100,000, en el mes de enero que era de 5,000. Las necesidades son mayores ahora más que nunca, y sin embargo, el interés está disminuyendo. No obstante, aquí en el Centro de Emaús tenemos un número constante de voluntarios que vienen a ayudar. Hay escuelas, iglesias e individuos que se han beneficiado a través de su experiencia con nosotros, que vuelven para ayudar. Hasta la fecha hemos tenido 1,750 voluntarios. Ha sido un año increíble. Ha sido una bendición estar en el corazón de un esfuerzo de alivio tan genuino y fructífero.
Nuestra oración de hoy es pidiendo por la paz que viene con paciencia, tiempo y comprensión, y que trae la esperanza, incluso en situaciones desesperantes.
El misionero de los Ministerios Globales, Jeffrey Mensendiek, sirve en el Concilio de Misión Cooperativa en Japón. Está asignado al Centro Emaús en Sendai, donde ha trabajado como directos de actividades para la juventud y ahora se ha convertido en coordinador de voluntarios para los esfuerzos de recuperación.