Marzo, 2007 en español

Marzo, 2007 en español

Marzo 2007

Y como yo no veía a causa de la gloria de la luz, llevado de la mano por los que estaban conmigo, llegué a Damasco. Hechos 22:11

Preocupaciones de la vida

Marzo 2007

Y como yo no veía a causa de la gloria de la luz, llevado de la mano por los que estaban conmigo, llegué a Damasco. Hechos 22:11

Preocupaciones de la vida

Comienzo mi clase preguntándole a las estudiantes de octavo grado: “¿Cuáles son sus mayores preocupaciones? ¿En su vida? ¿En su mundo?”

La primera mano se levanta: “Ma (la forma en que llaman a la maestra en esa escuela) mi mayor preocupación es qué va a pasar conmigo si mi mamá se muere.” Otra mano: “Ma, mi mayor preocupación es qué voy a hacer si mi mamá y mi papá no pueden cuidar de mí.” “Ma, mi mayor preocupación es dónde voy a vivir si mi mamá me deja.”

Esto no era lo que yo esperaba…No lo que hubiese escuchado de estudiantes de octavo grado en los Estados Unidos. Pero esto es África del Sur. Aunque nadie sabe con seguridad, la estadística oficial es que 1 de cada 4 mujeres son VIH positivo (comparado con 1 de cada 14 hombres). Esta disparidad es uno de los trágicos legados de África del Sur. Uno puede así entender el por qué la salud de la madre es su preocupación primordial. Al instarlas, rápidamente la discusión se amplió y se mencionaron otras preocupaciones: abuso infantil, VIH/SIDA, pobreza, desempleo.

Yo señalé que, en los tiempos de la Biblia, las personas tenían preocupaciones similares y otras diferentes; ésta es la razón por la cual en ocasiones la Biblia nos suena tan extraña. Les enseño a las niñas sobre el apóstol Pablo. Ellas están ensimismadas. En el pizarrón, hago un bosquejo sobre los tiempos en la vida de Jesús, luego de los evangelios. Entonces les muestro dónde Pablo entra en la escena. Leemos en Hechos sobre la conversión de Pablo, sobre la forma en que pasó de ser un perseguidor de la iglesia primitiva a ser un representante de todo el movimiento. Les expliqué cómo él “plantó” una comunidad de fe, siguió hacia delante para comenzar otra comunidad de fe, y luego, cuando surgieron preguntas, les escribió cartas. Leímos varias de esas cartas en el Nuevo Testamento: Romanos, Gálatas, Filemón. Al finalizar. Pregunté si había alguna pregunta sobre Pablo o sobre alguna otra cosa relacionada.

Una mano se levanta, “Ma, ¿tiene Dios una mamá?”

Oremos: Amado Dios, cuánto anhelamos ser abrazados. Cuánto anhelamos, todos nosotros, dondequiera que vivimos-en la ciudad, en el campo o en un departamento-estar seguros. Protege a tus hijos e hijas y abrázales fuerte. Por el misterio de tu espíritu, que seamos de aliento a los que están cerca y a los que están lejos. Amén

Holly McKissick es voluntaria por un término corto en el Seminario de Niñas Inanda en Durban, África del Sur. Está comprometida en la vida de la iglesia y en la escuela de la comunidad como maestra.