Noviembre 2018: Perdiendo mi voz

Noviembre 2018: Perdiendo mi voz

Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes. Efesios 4:29

Antes de mudarme a Haití, estudié un “petit” (poquito) de Kreyol antes de llegar al país, lo suficiente como para pensar que estaba listo para conversar con los nacionales aquí. Umm … no. Lo que me tardo en formular una frase, el momento ya ha pasado.

Me han silenciado, incapaz de contribuir a las conversaciones a mi alrededor. Obtener una cuenta bancaria y visitar al médico se han convertido en ejercicios de fe en la bondad e integridad de los extraños. Una cualidad perdurable de los haitianos es su generosidad de paciencia y amabilidad. Ninguna persona ha mostrado ningún indicio de frustración al yo intentar hablar Kreyol.

En un aula haitiana típica, los estudiantes se sientan lo más cerca posible entre sí, los niños conversan, los maestros instruyen en voz alta, no hay luces en el techo y las pizarras aún muestran la lección anterior, sin poder ser borradas por completo. Al ubicarme frente a un salón de clases de 26 a 71 adolescentes para competir con los cientos de voces circulan alrededor de la sala, ¡no puedo hablar más alto que nadie! Estoy sorprendido de cómo los estudiantes pueden ver y oír, y mucho menos comprender, en este entorno, pero me muestra su valor para tener éxito. La cultura haitiana de superar obstáculos es inspiradora, especialmente a una edad tan temprana.

Tal vez sentí que perdí mi voz, ¡pero Dios definitivamente no lo ha hecho! Dios me habla a través de la gentileza y la hospitalidad de CONASPEH, a través de la alegría y las sonrisas de los estudiantes. A través de la gracia de Dios, el Espíritu Santo siempre está conmigo, devolviéndome la voz que creía haber perdido.

Bondye do ou, fe’ pa ou, M a fe’ pa M. Dios dice, haz tu parte y yo haré la mía. (Proverbio haitiano)

Michelle McKay sirve con el Consejo Nacional Espiritual de Iglesias de Haití (CONASPEH). Su nombramiento es posible gracias a sus ofrendas al Fondo de Misiones Discípulos, la Misión amplia, WOC, OGHS y sus ofrendas especiales a nuestra iglesia.